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Cristina Selva

Cristina Selva

Sostenme los sueños

 

Yo te miro con descaro, te vigilo, te seduzco,
te invito a mis mundos asimétricos con el obsceno de mi azul.
Ese azul de ojos serenos, atractivos y magnéticos…
… Ojos de luz.

 

Te crees que observas, que me admiras o eso deduzco,
Sé que gozarías de mis labios de besos furtivos,
de mis secretos aún por descorchar.

 
Ya la viveza de mi rojo te atrae, te embelesa, te cautiva,
te saca a un cosmos entretenido, a un caos fugaz.
Sé que te tienta, que te atormenta mi carmesí.
Te tinta esa ansia nueva de ser parduzco.
Se te atolondra el juego de niño holgazán.

 
Ya devoras mi energía colorada…
… ya desasosiegas en mi carmín.

 

Espera ahí, no te me vayas, quedan planetas por descubrir.

 

Se me vuelan los sueños solos, libres, mullidos, esponjosos
y amarillos.
Y en algún lugar se me han de posar.

 

Es vasta la línea donde descansan porque vasta es la llanura
que han de cruzar,
Vasta la tierra pedregosa de pimentón y tomillo.
Tan vasta como tus intenciones, tan anchas como mi mar.
Y basta ya de singladuras, hoy me has de ayudar.

 

Solo te pido, si desfallezco, que mantengas el límite de mi cordura,
Que sostengas la rafia con firmeza.
Y si se alargasen las distancias y comenzara mi mirar sombrío,
equilíbrame estable en las aguas de mi locura.
Dame esos abrazos que me reservas. Delicadeza.

 

Resiste conmigo, tráeme a esa otra orilla.
No dejes ahogar mis fantasías,
mano con mano, solo si me perdiera,
salva mis aves, frágiles, suaves, amarillas…
Y así podré invitarte al ocaso de mis días
y diré, sí que lo diré, que ¡fuiste primavera!.

 

Cristina Selva
Escritora

 

Y diré que fuiste primavera

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