M

Diana Navarro

Diana Navarro

Cuando os marchéis no podéis dejar ni una silla

 

Esas palabras quedaron en la memoria de J.Carrero cuando con tan solo 11 años tuvo que dejar su pueblo, Granadilla, porque en él se iba a construir un pantano.

Ver los ojos llenos de lágrimas de sus vecinos y familiares por arrebatarles su hogar, han marcado el estilo del gran pintor universal que impregna en sus obras emoción, transmisión y belleza.

Desde ese día presintió que tenía el talento para contar con sus manos, lo que sus ojos y corazón veían, como un periodista resiliente que sabe de la responsabilidad de cuidar el don divino de emocionarnos con sus creaciones, sin querer llegar a todos pero maravillando a los que sabemos apreciar sus obras.

La expresión femenina, la elección de colores, el azulejo, incluso la música que imagino al ver cada cuadro, son un disfrute constante para los sentidos.

Más de cuatro décadas e infinidad de premios avalan una trayectoria impecable mundialmente reconocida, pero sobre todo destaca la calidad humana de un hombre que quiso dar imagen a los sentimientos de sus seres queridos y a los suyos propios.

Frida Kahlo escribió una frase que para Carrero definiría su sentir: “Intenté ahogar mis dolores pero ellos aprendieron a nadar.”

Querido Enrique: Bendito dolor que has transformado en herramienta de trabajo para sanar con tu obra. Porque para mi, sin duda tu obra es sanadora.

 

Diana Navarro

Artista Multidisciplinar